80 músicos de la Orquesta Sinfónica Juvenil, dirigidos por el maestro Marvin Araya, brindaron un concierto navideño a 70 muchachos del Centro Especializado Adulto Joven este viernes. Músicos de entre 14 y 25 años pusieron a vibrar las cuerdas de sus violines, violas, violonchelos y arpas; también, soplaron los vientos de las flautas, clarinetes, oboes, trompetas y retumbaron las percusiones, con los que interpretaron villancicos y música clásica ligera de compositores como Gioacchino Rossini, Johannes Brahms y el famoso Aleluya de Haendel.
“Ha sido un día muy especial para la Orquesta Sinfónica Juvenil. Fue una experiencia maravillosa, nos preparamos con mucha ilusión. Esto fue un regalo de navidad para ellos, para acercarlos a la música clásica de una manera amena y agradable. Vi sonrisas en muchos de ellos. Valió la pena el esfuerzo. Aunque es la primera vez que vinimos, será la primera de muchas en las que compartiremos con ellos”, expresó el maestro Araya.
Al evento también asistieron las ministras de Cultura y Juventud, Sylvie Durán, y de Justicia y Paz, Cecilia Sánchez, así como personal del CEA Joven y de la Policía Penitenciaria. A raíz de esta actividad cultural, la ministra Sánchez compartió la siguiente reflexión:
“Hoy tuvimos la dicha de que la Orquesta Sinfónica Juvenil, bajo la dirección del maestro Marvin Araya, nos regalara un hermoso concierto navideño para nuestra población adulta joven. Mientras los hermosos acordes musicales nos transportaban a un mundo maravilloso, me dolió el alma pensando que lo único que separaba a nuestros chicos de aquellos virtuosos músicos eran los muros de la prisión, una barrera construida para aislar a jóvenes, excluidos en su mayoría, otros, sin oportunidades, sin cariño ni amor de familia y, en muchos casos, con problemas de adicción, en fin, con una serie de circunstancias tan variadas que marcaron la diferencia, pero que, al mismo tiempo, es una población que sufre, ama, ríe, llora, tiene sueños y esperanzas como los músicos acompañantes y en el acto, muchos soñaron ocupar sus lugares.
”Creo que es muy importante visibilizar esta realidad, volver la mirada a las prisiones, asumirlas, responsabilizarnos, porque al fin de cuentas, como sociedad tenemos mucho que ver con lo que ocurre tras las rejas. Quien visita la cárcel, recorre sus oscuros pasadizos y se adentra en este submundo, ya no podrá ser indiferente.
”Qué hermoso ver a nuestros hijos debutando en una orquesta de la calidad que presenciamos. Qué doloroso verlos recluidos en una prisión. Ayudemos a poner en discusión la necesidad de mejorar las condiciones de reclusión, a conocer esa otra realidad, que está ahí deseosa de ser transformada. Llevemos a los centros penitenciarios el arte, el trabajo, el deporte, la educación, pues solo de esta forma estaremos apostando por un retorno adecuado a la vida libre. El compromiso es de todos y todas. ¿Estaremos dispuestos a asumirlo?”